Meleagro y Atalanta

En Etolia, el rey Eneo y su esposa Altea tuvieron un hijo al que llamaron Meleagro. Con apenas una semana llegaron las Parcas, quienes les dijeron que el niño sería un hombre bueno, reconocido en todo el mundo y que viviría hasta que se apagase la tea del hogar. Altea, al escuchar esto, rápidamente se levantó para coger la tea, apagarla en agua y esconderla.


Meleagro fue uno de los argonautas que iban en busca del vellocino de oro. Cuando regresase debía matar al jabalí de Calidón. Su padre, Eneo, mientras su hijo no estaba, se ganó el odio de la diosa Artemisa, debido a que para agradecer un buen año a los dioses ofreció maíz a Deméter, vino a Dioniso, aceite a Atenea y nada a Artemisa  Para vengarse, Artemisa envió a su país un enorme jabalí que destrozaba todo lo que encontraba por su paso. Cuando llegó Meleagro, vio las tierras de su padre devastadas, por lo que inmediatamente buscó un grupo y se puso a buscar a esa bestia. Entre ellos estaba Atalanta, a quien muy pocos hombres podían superar,ya que fue abandonaba por su padre en el monte cuando supo que no tendría heredero, y lo único que quería era que muriese. Pero allí fue amamantada por una osa y creció como un chico fuerte.

Cuando encontraron al jabalí, se lanzaron a por él, y cuando estaban a punto de ser derrotados, Atalanta lanzó una lanza y lo mató. Todos los hombres quedaron avergonzados de ser salvados por una mujer. Cuando el jabalí quedó totalmente muerto, le arrancaron la cabeza y las pezuñas para darlas como premio a Atalanta.


Altea, al recibir la noticia de que el jabalí había muerto, salió a dar las gracias y en el camino se encontró a sus dos hermanos en la funeraria, ya que ambos no estaban de acuerdo con el reparto del premio y tras luchar con Meleagro, acabaron muertos. Cuando supo que su hijo los había matado, lo maldijo y sacó la tea arrojándola a la llama. Al ver la consecuencia, Altea acabo muriendo desconsolada con sus hermanos. Meleagro murió en su regreso a casa con el triunfo. Atalanta regresó a sus lugares salvajes prometiendo que no volvería a estar con hombres desde que Meleagro, quien conmovió su corazón, murió.Pero su padre al enterarse quiso buscarle un hombre que fuese el heredero del reino. Para conseguirlo, Atalanta le puso la condición de que el heredero sería el hombre que la ganase en una carrera, de lo contrario, moriría. Los pretendientes debían correr desnudos y sin armas, mientras que Atalanta llevaba una lanza para matarlos en el momento que viese que la adelantaban.
Uno de los pretendientes fue Hipomenes, quien imploró el favor de Afrodita y ésta le dio tres manzanas de oro para que las llevara en las manos cuando corriese y al lanzarlas, interrumpir la carrera de Atalanta y así poder ganar. Y así fue, Hipomenes ganó la carrera y se casó con Atalanta, pero la felicidad le duró poco, ya que no le agradeció nada a Afrodita. Como consecuencia pidió a Rea que les convirtiese en dos leones enganchados a su carro cuando ella lo cogía de un estruendo de cuernos y platillos.